sábado, 21 de febrero de 2015

Cómo ser el mejor compañero de tu cliente

Creo que muchas marcas parten de un concepto erróneo al plantear la aproximación a su cliente. Creen que el cliente es alguien que tienes enfrente y con el que debes entablar una confrontación de argumentos y contra argumentos centrándose muchas veces en detalles y perdiendo de vista la situación global. En ocasiones la distancia entre ambas partes en vez de reducirse se mantiene e incluso aumenta.


Yo creo en otra posibilidad basada en el siguiente principio: nada une más que tener un enemigo común. No sé si es lo que más une pero desde luego sí que contribuye a acercar posturas entre la marca y el cliente. No deja de ser una confrontación pero en este caso contra un tercero: nuestro enemigo común.

Se supone que nuestro cliente tiene una necesidad. Y nosotros, la marca, hemos desarrollado algún tipo de producto/servicio para satisfacer esa necesidad. Es decir, al fin y al cabo, ambos estamos luchando contra una misma necesidad, contra un mismo enemigo. La diferencia es que uno lo padece (el cliente) y el otro le ayuda a combatirlo (la marca). Si lo pensamos bien, como marca tenemos la magnifica oportunidad de ser los compañeros de aventuras de nuestros clientes.



Si asumimos esta visión lo primero que deberíamos hacer es identificar qué o quién es nuestro enemigo (y cuando digo nuestro me refiero al enemigo del cliente y también a nuestro enemigo como marca porque ya estamos ambos en el mismo lado). Y siempre hay un enemigo contra el que luchar aunque a veces sea difícil de identificar. Incluso a veces pueden ser varios. Ahí van unos ejemplos:

¿Quiénes son los enemigos del alto ejecutivo de una gran empresa? El tiempo que avanza inexorable, la indiferenciación frente a otros ejecutivos, el estrés, el miedo a perder el status alcanzado, etc. ¿Qué marcas pueden estar a su lado ayudándole a combatir a esos enemigos? Pues por ejemplo, marcas de software que le ayuden a ser más eficiente en su día a día. También marcas de lujo que le permitan diferenciarse de sus compañeros. O marcas de planes de alto standing para el fin de semana que le ayuden a relajarse.

Otro ejemplo. ¿Qué enemigos tienen por ejemplo unos padres? Podría ser el miedo o la incertidumbre sobre qué les pasará a sus hijos cuando crezcan. ¿Qué marcas pueden ayudar a combatir ese enemigo? Seguros de salud, educación, bancos, etc.


Si planteamos la historia de nuestra marca como la lucha al lado de nuestro cliente y frente a un enemigo común tendremos mucho ganado. Y dentro de esa historia nuestros clientes son los héroes y nosotros los que les ayudamos. Somos el Robin que acompaña a Batman, el padre de Indiana Jones, Tom Hagen en el Padrino u Obi Wan Kenobi en Star Wars.

Por cierto, a la hora de describir a nuestro enemigo no debemos escatimar en detalles. Debemos hacerlo grande y recordar siempre que una historia es tan buena como malo sea el villano. Cuanto más malo sea, mejor para nosotros. Mayor será el desafío al que debe enfrentarse el cliente y por tanto mayor será el valor que se le dé a nuestra ayuda.

¿Soluciona esto todos los problemas que tengo como Marca?

No, ni mucho menos. Vivimos en un entorno muy competitivo en el que no solo tenemos que luchar por ser los compañeros de nuestros clientes frente a un enemigo común. Además debemos conseguir que nos elija como compañero frente a otras múltiples opciones que hay en el mercado. Pero esa será otra ardua tarea para otro arduo post.




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sábado, 14 de febrero de 2015

¿Qué es el Branded Content y qué tiene que ver con la creación de historias?

Uno de los conceptos que más se han extendido en marketing durante los últimos años es el de Branded Content. En la red existe abundante información sobre el mismo (no hay más que hacer una búsqueda). Han proliferado agencias especializadas en esta disciplina. Hay infografías y hasta hubo congresos dedicados a ello. Pero ¿qué narices es el Branded Content? Pues también hay infinidad de definiciones en todos lados. Ésta de Javier Regueira es bastante buena. Sin embargo, leyendo la mayor parte de definiciones veo que en muchos casos son demasiado restrictivas.

Para mí Branded Content es ni más ni menos que: 
Aportar valor a las personas a través de contenidos creados por la marca. 
En esta definición entiendo el valor como cualquier cosa que mejore la situación de las personas a las que nos dirigimos. Es decir, que puede ser información, formación, entretenimiento, etc. Cuando digo personas me refiero a aquellas con las que pretende relacionarse la marca. Ya pueden ser estas sus clientes, sus empleados, la sociedad en general, etc. Es decir, sus públicos. El valor se aporta a través de contenidos y estos pueden ser textos, películas, música, aplicaciones, juegos, obras de teatro, etc. Podríamos aportar valor de otras muchas formas y seguramente la marca ya lo esté haciendo. Entre otras cosas sería deseable que aportara valor con sus propios productos. Pero en este caso concreto, se ha decidido que la marca aporte además valor con contenidos. Y por último es importante señalar que son contenidos creados por la marca. Esto significa que es la propia marca la que conceptualiza el contenido que quiere dar. Su personalidad, su mensaje, aquello que la marca quiere transmitir está profundamente inserto en el contenido. No se puede desligar uno de otro.

Crear contenido de marca está bien pero lo primero y más importante
es tener clara la historia de tu marca.
¿Y qué tiene que ver todo esto con la creación de historias? Pues creo que bastante. En mi opinión todos nosotros llevamos historias a cuestas. Historias de quiénes somos, de lo que hacemos, de lo que fuimos, de lo que aspiramos a ser, historias compartidas con otros grupos de personas, etc. Estas historias configuran quiénes somos. Nos ayudan a explicarnos a nosotros mismos en un contexto determinado. Las marcas también tienen sus historias (otra cosa es que hayan trabajado para descubrirlas, escribirlas y contarlas) y son esas historias las que deberían transmitir a través de esos contenidos a las personas, a sus públicos. La historia en sí misma no es un fin pero desde luego debería formar parte del ADN de la marca por lo que no sería posible desligarla del contenido que crean y comunican. En la medida en la que las marcas sean capaces de crear y transmitir esas historias (a través de los contenidos o cualquier otro medio) y las personas adopten esas historias y las hagan suyas, la relación de las marcas con sus públicos será satisfactoria o no. 

Por ello, para mí lo más importante no es el contenido. Siempre ha habido contenido y siempre lo habrá (en mayor o menor medida). Lo importante es la historia. Las historias que cada uno de nosotros, incluidas las marcas por supuesto, creamos y compartimos. Así pues a una marca le diría que no se preocupe por el contenido (eso saldrá solo) sino que se preocupe por la historia que quiere contar. Si eso lo tiene claro, luego ya sólo se trata de darle forma.


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domingo, 1 de febrero de 2015

Si quieres crear historias escucha este consejo

Existen kilos y kilos de material publicado sobre creatividad en la red. Teoríastécnicasformas de ser creativo, etc. Todo lo que uno quiera y pueda necesitar para estimular el magín en busca de una idea nueva. Y oye, todo eso está muy bien. El saber no ocupa lugar, está claro. Y como seguro que hay sitio para algo más se me ha ocurrido dar mi propio consejo para conseguir ser activo en la creación de historias. A mí me ha servido y espero que a vosotros también.

El consejo es sencillo: se trata ni más ni menos de estar despierto. Parecerá una tontería pero cada día estamos en contacto con cientos de historias que se cruzan con nosotros. Y la mayoría de las veces no nos damos cuenta. Claro que no son historias acabadas, encuadernadas y narradas frente a nuestros ojos (aunque en algunos casos también). Me refiero más bien a pinceladas de historias que podrían ser o no, personajes que aparecen y se van, conversaciones cogidas al aire, situaciones, ambientes... Todo ese material está a nuestra disposición cada día. Y toda esa fuente de inspiración es gratis. 

Cualquier cosa a tu alrededor te puede ayudar a crear una
historia. Como este genial graffiti en Alcalá de Henares.
Para ello sólo tenemos que estar despiertos, fijarnos en lo que nos rodea y dejar vagar la imaginación. Si ésta no quiere colaborar le podemos empujar a base de preguntas. ¿Quiénes son esas personas? ¿Quiénes podrían ser? ¿Dónde irán? ¿A qué me recuerda este lugar? ¿Y si de repente este escenario estuviera lleno de otros personajes? Lo bueno es que lo que imaginemos no tiene por qué corresponder con la verdad. De eso se trata exactamente, de que una idea dé paso a otra y engarce con otra más llegando a componer algo completamente nuevo y original. Por eso mi consejo es estar despierto. Darte cuenta de la vida que te rodea. Estar dispuesto a mezclarte con la vida como decía Hemingway.

El Cercanías de Madrid es una fuente de ideas tan
buena como cualquier otra.

El otro día descubrí un proverbio latino que dice: "El destino arrastra sólo a quien se deja arrastrar". me parece que ejemplifica muy bien lo que digo. Hay que dejarse arrastrar por el destino de un montón de historias que sin nuestra ayuda, nunca llegarán a nacer. Al fin y al cabo como sabe todo aquél al que le guste la narrativa "La llamada a la aventura" es el paso fundamental en El viaje del héroe. Sin él sería imposible hablar de historia porque ésta ni siquiera llegaría a empezar. Así pues, siente esa llamada, deja que la aventura comience, posiblemente la tengas sentada a tu lado.


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